Estimado Taller:
Noticia de Ultimo Minuto:
Hemos decidido postergar la entrega en 17 horas. Esto es única y exclusivamente en beneficio de la calidad de las láminas y de las maquetas. Después de la corrección del viernes quedamos muy preocupados por las deficiencias gráficas y plásticas de los proyectos, a pesar de ser proyectos "de buen ADN", pero que débilmente representados sufren el riesgo de ser mal evaluados por la comisión. Estas horas extra deben estar destinadas solamente a mejorar y/o completar sus dibujos y maquetas.
Eso sí están todos citados a la FAU mañana en la E-15, entre 15:00 y 16:30. Este pequeño break, es para coordinar y explicar las condiciones de montaje, asunto que tomará un tiempo no menor de instalación. Todos deben asisitir mañana.
La entrega queda fijada entonces para el Jueves entre 8:30 am y 10:30 am IMPAJARITABLEMENTE. No se aceptarán retrasos.
La entrega quedará expuesta para visitantes durante todo el jueves y el viernes.
El exámen con exposición de cada uno será el viernes a la 1:00 pm
Por favor tengan en cuenta lo que insistimos el viernes: Poner sus proyectos en contexto. Esto es dibujar (también maquetear) más allá de los límites del proyecto. Ambientar. (Arboles, Siluetas, Personas , Micros, Autos, Postes, Cerros, Cielo, Cordillera, Rio, Parque, Objetos Urbanos, Pavimentos, Vegetación, Diferenciación de Materiales, TODO ESO cuando corresponda y con elegancia. Esto requiere de muchas horas de trabajo.
Animo y nos vemos mañana.
Gabriel
Mañana a las 15.00 es el plazo maximo para entregar :
ResponderEliminar- el FOTOMONTAJE de emplazamiento del proyecto
- la lámina de la VIVIENDA DE EMERGENCIA de cada equipo
- Todo los antecedentes del Proyecto ARMATE TU TECHO
[si no lo han entregado por u-cursos]
[llevenlo en un pendrive]
Nos vemos!
PAME
pame yo ya hice mis lamina y las tengo ploteadas porque las hice a mano y como el profe nos dejo usar photoshop las subi al compu y las arregle con eso, las llevo mañana para que las veas cualquier cosa...:S?
ResponderEliminarMa Jose, no es corrección mañana...
ResponderEliminarSolo pido que tengas en cuenta el formato de la lamina que pedimos!
Relato Daniela Arriaza
ResponderEliminarEstaba yo escribiendo poesías, cuando la tierra anunciaba silenciosamente que vendría a despertar a la ciudad, con su fuerza destructora y arrolladora. Mi Tomás ya dormía. Sentí el primer movimiento, me paré de mi silla, y me dije ya pasará. Pero no, siguió, Tomás vino al living, lo miré y le dije "ya Tomás, esto viene fuerte, ven vamos a la puerta...". Entonces, se corta la luz, el ruido de las cosas que caen, los vecinos lloran y gritan, nos abrazamos, todo era oscuridad y un largo y fuerte movimiento, cerramos los ojos. A mi Daniela no la tenía conmigo, estaba de viaje en el sur de Chile. Me sentí dentro de un barco en medio de una fuerte tormenta, la tierra con rabia. Eran olas gigantes que nos mecían, mientras acariciaba a mi Tomás, sorprendiéndome de su valentía y su actitud de entera calma, hasta sonreía. Nos afirmamos en la puerta semiabierta, mis gatos corrían y me dije "aquí termina todo y mi Daniela lejos de nosotros". Fueron más de dos minutos, intensos, brutales, la naturaleza no se apiadó en este mar inquieto lleno de tormento. Cerraba mis ojos abrazando a Tomás. Termina todo, salimos afuera del departamento y lo primero que veo, fue la luna llena frente a mis ojos. Figuras humanas envueltas en llamas de dolor, miedo y lágrimas de exclamación. Oscuridad, cielo negro, humo, sirenas y nosotros frente a la luna llena, que nos miraba inquieta sin dejar de darnos su luz buena e inmensa. Con Tomás consolamos a los vecinos, nos abrigamos y fuimos a visitar a sus amigos. Estuvimos en esto por dos horas, mientras llamaba por celular a Daniela, y nada, todo era incomunicación, desastre, muros caídos, niños durmiendo en las calles, cables cortados tendidos en la vereda del camino, hablamos con toda la gente, ya daba lo mismo si eran amigos o no, todo era solidaridad y gestos de humanidad. No había luz, agua ni gas. No había tranquilidad. Mi Daniela lejos, mis ojos ciegos, una espina en mi corazón, sólo pensaba y la sentía lejos. Mis piernas y manos temblaban, ya no de frio, sino de soledad. Finalmente no dormí, miraba desde mi ventana la luna llena…
Pame, ahí va el relato que usé para la entrega final, como pediste que lo subiéramos al blog. Saludos!!
ResponderEliminarDaniela
Relato Cata Jimenez
ResponderEliminarEl día del terremoto nos encontrábamos hospedados, mi esposa, nuestras tres hijas y yo, en una cabaña del balneario marítimo de Pelluhue, muy cerca del epicentro.
Como cualquier chileno, ya habíamos presenciado muchos otros sismos, pero éste fue de una violencia atroz. Durante casi dos minutos los sismógrafos registraron 8,8 grados en la escala de Richter. Se oía un ruido subterráneo estremecedor y la tierra temblaba con tanta fuerza que no conseguíamos permanecer de pie.
Pasada la fase más intensa, mientras se sucedían algunas réplicas, procuramos vestirnos y prepararnos para lo que pudiese ocurrir. Todo se había quedado a oscuras.
La localización de nuestro hospedaje -a unos 70 m. de la orilla del mar y a unos 20 de alto- nos proporcionaba una vista privilegiada del Océano Pacífico, iluminado por la luz de la luna. De pronto, nos dimos cuenta que las aguas se retiraban, dejando al descubierto la arena del fondo marino. En el horizonte, se avistaba una muralla de agua negra coronada por una extraña luminosidad: el reflejo de la luna en la espuma de la ola de unos 20 m. de altura.
Abandonamos inmediatamente la casa y, seguidos por otras personas, empezamos a subir el cerro. Los cinco miembros de nuestra familia rezábamos en voz alta, y enseguida las otras personas comenzaron a acompañar nuestras oraciones. Varios de los que venían con nosotros estaban aturdidos, otros tenían el terror estampado en su cara. A medida que subíamos, algunos iban perdiendo las fuerzas y se detenían. Éstos se quedaron a merced de las circunstancias...
En determinado momento vimos como la primera ola entraba en el pueblo y arrasaba con todo lo que encontraba en su camino. Enseguida se fue retirando lentamente arrastrando consigo hacia el mar todo lo que había destrozado. Empezó una serie de remolinos que trituraban, como una licuadora, los escombros de las casas, los automóviles, los botes, absolutamente todo...
El estrépito era aterrador; jamás habíamos escuchado ruidos semejantes. Mientras asistíamos impotentes al pavoroso espectáculo, no cesábamos de rezar el Rosario en voz alta. Rápidamente sobrevino la segunda ola, que avanzó cerca de 2 Km. tierra adentro, porque la primera ya había barrido casi todos los obstáculos...
Se retiró de la misma forma, produciendo igualmente destructores remolinos. Creo que ningún tipo de devastación se compara a la producida por la furia de la naturaleza: aplastante, paralizante e increíblemente fulminante.
En total, unas cuatro o cinco olas gigantes se lanzaron sobre el pueblo. La ruina era enorme. A nuestro alrededor, la gente lloraba al ver como las casas con parientes suyos habían sido tragadas por el mar.
Poco después de las seis, se ocultó la luna, dejando el cerro en una completa oscuridad. Allí nos quedamos hasta el amanecer, sobre las siete y media.
Por lo que se refiere a nuestra familia, quisiera destacar que, a pesar de la tenebrosidad, de la confusión y de encontrarnos en una ciudad que para nosotros era totalmente desconocida, conseguimos mantener una calma, serenidad y lucidez sorprendentes que nos llevaron a hacer las opciones correctas en todo momento. Muchos de los que no pudieron sobrevivir estaban más preparados que nosotros, desde el punto de vista natural, para enfrentar un tsunami...
Pienso que las oraciones que hicimos a María Santísima y a nuestros santos patrones fueron las que obraron el milagro de conservar, en tan terribles circunstancias, nuestra integridad física y psíquica, porque todo era enloquecedor. Sin la gracia de Dios, la naturaleza humana no soporta alcanzar límites tan estresantes sin que se pierda la lucidez.
Y en momentos como este, tomar una decisión equivocada puede ser fatal.
Benigno Manuel Bascur Muñoz
Relato Vale Saavedra
ResponderEliminarConcepción. 2702 será un número difícil de olvidar.
3:34... Despierto asustada. Todo se mueve. Fuerte, muy fuerte, el ruido era como si toda la furia de la tierra se viniera contra nosotros... a eso hay que sumarle las cosas cayendo y la loza quebrándose. Se corta la luz, mientras yo me levanto rápido gritándole a Eduardo "Rápido, toma zapatos, ropa abrigada, hay que salir de aquí!!!!" -. Edu atinó a irse a la puerta del baño, pues mi papá, que es constructor civil, siempre nos ha dicho "En caso de temblor, váyanse debajo de la puerta del baño, siempre quedan de pie" -. Yo sólo pensaba "Dios!! Tengo que sacar mis cosas, aunque... para qué si esto se va a caer???" -, era lo único que pensaba. Pasa el conserje gritando "Tranquilos, no pasa nada!!"-, mientras corta el gas de los pisos. Al abrir la puerta para arrancar por la escalera de emergencia, mi papá estaba ahí llegando, y me dice: "Wow... es fuerte, bajemos ahora!!" -. Ya estaba terminando todo, pero se movía mucho el edificio por el sistema antisísmico y por las ondas que siempre quedan.
Cuando llegamos abajo con Edu, mi papá y mi cuye, estaba mucha gente de los otros departamentos. Ahí mi papá me dijo que, estando en el piso 12, realmente no podía ni pararse, el movimiento lo llevaba a suelo. Desesperada comencé a darme cuenta de lo que pasaba. "Mi mamá!!! Mi hermana!!! Quiero ir a su casa!!!!!" -. Mi papá me pidió que me calmara, que no podía sacar el auto pues estaba clausurado el estacionamiento. Una anciana bajaba con 2 adultos y salió a la calle a la iglesia vecina. Según ella, quería morir ahí... Me puse a llorar, no entendía nada... Al rato (10 minutos) lograron abrir el estacionamiento, y salimos... Ahí realmente supe qué había pasado...Era un terremoto.Me desesperé aún más al darme cuenta que camino a la casa de mi mamá, todas las casas se veían cada vez peor o en el suelo, incluso postes y cables... Llegamos, y empecé a gritar... "Mamá!!!! XIMENA!!!!" -. Salieron corriendo, me abrazaron, mi mamá me dijo que estaba muy nerviosa por mí, y se alegraba que estuviera sana y salva. Entré al condominio, todos estaban muy nerviosos, lo peor es que no dejaba de temblar, a cada rato venían réplicas, y fuertes.Empezamos a escuchar a nuestra gran compañera de todos estos días: Radio Bío Bío. Ahí explicaban datos del terremoto e intentaban darnos ánimos, aunque todo era muy confuso. Al rato después dijeron que el SHOA y la ONEMI descartaban tsunami...en mi vida había escuchado algo peor...
mientras sucedía toda la histeria de la gente acá, empezaban a decir que hubo una pequeña marejada... Luego no era tan pequeña... Luego no era marejada sino que se salió el mar... Mientras yo desesperada intentando comunicarme con mi gente, lloraba a mares pensando en mi abuela y abuelo, enfermos del corazón y en Chillán, postrados. Mis amigos, mis profesores, mis colegas del trabajo, DIOS!!! Estarán vivos? A salvo??? Obviamente las líneas estaban cortadas, no teníamos luz, realmente la naturaleza nos pegó fuerte...Ya en la mañana, luego de mucho rogar por que amaneciera... sonó lo que inminentemente pasaría (en la radio)...Era un tsunami.
Por aquí,Tomé, Dichato, Penco... todo bajo el agua, gente muerta...Y yo? Seguía sin entender nada.
Cuántas veces me enseñaron en el colegio o en la universidad cómo es un terremoto? Cómo es un tsunami? Cuántas veces lo vi por TV cuando ocurría en otros países?Ahora era aquí, y no, no lo creía, esto no era posible...
ResponderEliminarAl salir a la ciudad de día, vi el nivel de la catástrofe acá en Concepción: Varias casas caídas y... gente saqueando??? Primero fue una Copec. Pero luego un Fruna, luego una farmacia...
Para unas horas después ya eran varios supermercados. Mis papás me decían que para estas tragedias era como normal que pasaran estas cosas, y bueno, según yo era normal, hasta que... en la radio Bio Bio dicen que están amenazando con robar las casas, y que los antisociales andan con pistolas en la calle. No lo creí mucho, hasta que lo ví con mis propios ojos en la calle. Esto realmente se había salido de control.
Ya estaba el error del tsunami, pues supuestamente los estadounidenses ya habían avisado del tsunami y aquí no hicieron caso, pero ahora se debía ordenar la ciudad, la gente rogaba pidiendo militares en las calles, y nada... Al parecer el gobierno tenía dudas sobre eso, y es una lástima, porque vivimos con mucho miedo las primeras horas. Afortunadamente a los 2 días de terremoto... se da el permiso militar. En las noches disparos van y vienen por acá por Conce viejo, pero los vecinos estamos juntos, armados y organizados. Nunca había vivido algo así, tan animal entre la gente.
La ayuda se ha dejado sentir, sólo espero que esto termine, las réplicas no dejan de sentirse, hubo una 6.9 que asustó mucho a Rancagua y Santiago. Personalmente me afecta mucho todo lo vivido, pues siento mucha histeria en las personas, mucho miedo, sufrimiento y, además, siento que perdí muchas cosas que si bien no son daños personales, son recuerdos, como Dichato que fue la ciudad a la que fui a vacacionar durante toda mi infancia, o Constitución donde iba algunos veranos a ver a una tía abuela que vivía ahí. Eran partes de Chile hermosas donde se juntaba la ciudad con la naturaleza que ahora mismo nos tiene con miedo y nos dejó heridos, pero siempre pensando que podemos salir adelante, que podemos levantarnos, y demostrar que Chile es un hermoso país que es más fuerte que un terremoto grado 8.8.
Natalia Barros
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Nos/despertamos/agua/cuello/elpepuint/20100304elpepiint_5/Tes
ResponderEliminarRelato de Francisca Aldunate
ResponderEliminarPorqué ladran los perros?
(Por Michel León Ramos)
"Michel...Michel despierta...."... por segunda vez Daniela me despierta suavemente.. Viernes de una semana agotadora, de un viaje agotador, de una cena embotadora y de un trozo de película que no alcanzo a terminar...es eso y estoy en la playa de nuevo, casa de mi madre y eterno lugar de regocijo desde que tengo memoria, y vaya que tengo memoria... " Ok ahora bajo las sabanas... y el sopor del sueño..." mañana quizás a trotar a horcones, a jugar con mi pequeña Flo y su balde en la arena o Nicolás con su bodyboard que es su mejor partner.. eso mañana… por ahora dormiría si logran esos perros callarse de una vez.. ... pero no, sus ladridos se acrecientan.. alguien esta molestando a una jauría... cuando estarían tantos animales de acuerdo en reclamar algo? ... eso es hasta que empiezo a sentir una aguja que me dispara. .. adrenalina... por algo ..por esta cama que se mece... por esta hipervigilia que siempre me mueve, desde que nació mi hija incluso antes, desde la muerte de mi pequeño Lucas... algo no me deja dormir y esta ves son los perros el preludio.. abro la puerta del pequeño dormitorio en dos zancadas.. marco de aluminio, corredera, ventanal...abre fácil y veo la playa a 50mts.. y el pequeño pueblo de pescadores meciéndose frenéticamente, mas y mas... Daniela esta a mi lado y ya despertó a mi hijo... miro hacia la casa de mi madre...no puedo bajar de este 3er piso...la escalera siempre fue lo mas débil y ahora se mueve reclamando en múltiples crujidos esa mano gigante que la pone a prueba y a nosotros también... mi hermano no esta, nadie sale de su habitación...llega mi sobrina corriendo ya despertó en este horror, como un terrible desayuno, que solo la hace correr buscando quien la acoja en una pesadilla. Todo solo empeora... antes era frenético pero el movimiento da un brusco empujón y el pequeño edificio se mece brutalmente.. ahora pongo en duda que resista.. esto nunca lo había sentido tan violento.. mas que el 85...mucho mas ..mi Florencia no despertó, para ella esto es: "otro viaje en auto, tarde con los papas volviendo de una fiesta, por un camino de ripio. porque preocuparse?...” estamos todos bajo el marco de la puerta, se que no es donde uno debe estar pero el instinto es mas fuerte... y no hago caso a las instrucciones de " en caso de derrumbe busca algo que deje bolsas de aire alrededor..." que me llego por internet en otro mail spam..." debí guardarlo... prometo leer todo mi spam"... todo tiembla o ruge...Gener bota el vapor de las calderas y su personal corre hacia el monte existente detrás camino a puchuncavi...GNL bota mas gas de lo acostumbrado por el despiche de gas.. y es una llamarada gigante...ya estaba quintero apagado y ventanas se oscurece como cerrando los ojos.. ahora solo iluminado por las llamas y el rugido del vapor que se prolonga por mas de lo que duro el terremoto, y solo se apago varios minutos mas tarde... quizás al tiempo que las olas repartían el terror en otras pequeñas caletas... sobre otros pequeños sueños y grandes amores.... ...mama esta bien, hermanos también, no hay grandes desgracias solo materiales... pero sin luz, ni radio, y a la distancia no podemos ni asomarnos al horror que ahora ocupa el ultimo día de verano…
Fran
Porqué ladran los perros?
ResponderEliminarPor Michel León Ramos
"Michel...Michel despierta...."... por segunda vez Daniela me despierta suavemente.. Viernes de una semana agotadora, de un viaje agotador, de una cena embotadora y de un trozo de película que no alcanzo a terminar...es eso y estoy en la playa de nuevo, casa de mi madre y eterno lugar de regocijo desde que tengo memoria, y vaya que tengo memoria... " Ok ahora bajo las sabanas... y el sopor del sueño..." mañana quizás a trotar a horcones, a jugar con mi pequeña Flo y su balde en la arena o Nicolás con su bodyboard que es su mejor partner.. eso mañana… por ahora dormiría si logran esos perros callarse de una vez.. ... pero no, sus ladridos se acrecientan.. alguien esta molestando a una jauría... cuando estarían tantos animales de acuerdo en reclamar algo? ... eso es hasta que empiezo a sentir una aguja que me dispara. .. adrenalina... por algo ..por esta cama que se mece... por esta hipervigilia que siempre me mueve, desde que nació mi hija incluso antes, desde la muerte de mi pequeño Lucas... algo no me deja dormir y esta ves son los perros el preludio.. abro la puerta del pequeño dormitorio en dos zancadas.. marco de aluminio, corredera, ventanal...abre fácil y veo la playa a 50mts.. y el pequeño pueblo de pescadores meciéndose frenéticamente, mas y mas... Daniela esta a mi lado y ya despertó a mi hijo... miro hacia la casa de mi madre...no puedo bajar de este 3er piso...la escalera siempre fue lo mas débil y ahora se mueve reclamando en múltiples crujidos esa mano gigante que la pone a prueba y a nosotros también... mi hermano no esta, nadie sale de su habitación...llega mi sobrina corriendo ya despertó en este horror, como un terrible desayuno, que solo la hace correr buscando quien la acoja en una pesadilla. Todo solo empeora... antes era frenético pero el movimiento da un brusco empujón y el pequeño edificio se mece brutalmente.. ahora pongo en duda que resista.. esto nunca lo había sentido tan violento.. mas que el 85...mucho mas ..mi Florencia no despertó, para ella esto es: "otro viaje en auto, tarde con los papas volviendo de una fiesta, por un camino de ripio. porque preocuparse?...” estamos todos bajo el marco de la puerta, se que no es donde uno debe estar pero el instinto es mas fuerte... y no hago caso a las instrucciones de " en caso de derrumbe busca algo que deje bolsas de aire alrededor..." que me llego por internet en otro mail spam..." debí guardarlo... prometo leer todo mi spam"... todo tiembla o ruge...Gener bota el vapor de las calderas y su personal corre hacia el monte existente detrás camino a puchuncavi...GNL bota mas gas de lo acostumbrado por el despiche de gas.. y es una llamarada gigante...ya estaba quintero apagado y ventanas se oscurece como cerrando los ojos.. ahora solo iluminado por las llamas y el rugido del vapor que se prolonga por mas de lo que duro el terremoto, y solo se apago varios minutos mas tarde... quizás al tiempo que las olas repartían el terror en otras pequeñas caletas... sobre otros pequeños sueños y grandes amores.... ...mama esta bien, hermanos también, no hay grandes desgracias solo materiales... pero sin luz, ni radio, y a la distancia no podemos ni asomarnos al horror que ahora ocupa el ultimo día de verano…
RELATO PAULA PIZARRO
ResponderEliminarMi Talca de rodillas / Juan José Alfaro
La tierra nos sacudió con una fuerza que no tiene parangón con nada de lo que había vivido, me sentí impotente en medio de la oscuridad, sólo dueño de un grito desesperado que alertaba a mi familia de una pronta huida. No podía mantenerme de pie, ni avanzar, un ruido ensordecedor batía sobre nuestras cabezas, escombros, platos y cuanta cosa había en mi casa. Mientras tratábamos de alcanzar el patio, la fuerza de la tierra era incontrarrestable. La vida se triza ante mis ojos y parezco no mirarla, ni menos creer mi suerte, me siento en el peldaño más bajo de mis esperanzas y me encomiendo a Dios en la que creo mi última plegaria. Nada de lo vivido anteriormente se parece a mi presente, avanzo entre el polvo de la noche más oscura, me detengo ensimismado por el miedo, mezclado con la alegría de estar vivo y poder levantar la vista después de tanta devastación.
La noche parece asesina, escucho sirenas, autos en locas carreras, gritos, angustia, las balas resonaban como misiles cuando los gendarmes impedían la fuga de los reos desde la cárcel de Talca. Todo es caos, todo es interrogante, cómo estará el resto de mi familia es algo que nos perturba a todos, no existe comunicación, no existe nada, sólo una gruesa capa de polvo que cubre mi querida y devastada ciudad. Talca está de rodillas, ya no es la misma, desapareció lacerada por la fuerza bestial de la naturaleza que destruyó todo a su paso. Quiero despertar pero no puedo, esto es realidad, mi vida cambió para siempre ese fatídico 27 de febrero de 2010. Las 3 y 34 de la madrugada marcan un antes y un después en todo, mi percepción de la vida es muy distinta, hoy valoro otras cosas, valoro beber un vaso de agua, tener abrigo, un techo donde guarecerme. Cuando volvió la luz del día el panorama era desolador, recorrí las calles de mi ciudad para conocer de la suerte de mis familiares y todo lo que veía a mi alrededor era destrucción. Talca parecía una ciudad bombardeada, fantasma, lo rostros de mis coterráneos están llenos de incredulidad, observo el pesar de mis vecinos viendo los restos de lo que eran sus casas, esfuerzo de años tirados a la basura. Talca ya no es la misma, la ciudad que tanto amo murió aquella madrugada, pero tengo la secreta esperanza de que la que renacerá será aún mejor que la que dejamos partir.
texto camilo villagran.
ResponderEliminar“EN 2 MINUTOS Y MEDIO, A SILVIA LE CAMBIÓ LA VIDA PARA SIEMPRE. PERDIÓ SU HOGAR, SUS RECUERDOS, SUS SUEÑOS”.
“EL TERREMOTO NOS PILLÓ DURMIENDO. ESTABA ACOSTADA CON MI HIJO Y DE REPENTE, SIENTO EL MOVIMIENTO Y ME DOY CUENTA QUE EL PISO EMPIEZA COMO A RESQUEBRAJARSE. TENGO QUE QUEDARME EN LA CAMA PENSÉ, ES LO MÁS SEGURO. LE PUSE UNA ALMOHADA A MI HIJO EN LA CABEZA Y CON OTRA ME CUBRÍ YO, PARA PROTEGERNOS. DESPUÉS DE ESO, SE NOS VINO LA TELE ENCIMA Y SENTÍ QUE SE CAÍA TODO, TODO.
CON MI HIJO CAÍMOS, TENGO LA IMPRESIÓN … LA VERDAD NO SÉ, HASTA DONDE ESTABAN LOS ESTACIONAMIENTOS. ALLÍ TENÍAMOS UNA PARED ENCIMA, DESDE LA CINTURA HACIA ARRIBA Y NO ME PODÍA MOVER. RECUERDO QUE DESPUÉS NO SE ESCUCHABA NINGÚN RUIDO, NADA, ERA COMO UN SILENCIO ABSOLUTO. EN ESE MOMENTO CREÍ QUE TODOS SE HABÍAN MUERTO. ME DIJE, “SI SE CAYÓ ÉSTE EDIFICIO NO QUEDÓ NADA EN CONCEPCIÓN”.
PASARON LAS HORAS, 14 HORAS.
TUVIMOS QUE HABER QUEDADO ENTERRADOS ABAJO, BIEN ABAJO. NO VEÍA NADA, TODO ESTABA OSCURO. SÓLO UN PEQUEÑO HOYITO NOS DABA OXÍGENO A MI HIJO Y A MÍ. TRATÉ SIEMPRE DE ESTAR DESPIERTA CON ÉL Y HABLARLE. DE REPENTE MAXIMILIANO ME DECÍA, “MAMITA ESTOY ATRAPADO” Y YO LE RESPONDÍA, “SI PERO NO TE PREOCUPES, TU PAPÁ NOS VA A BUSCAR Y NOS VA A ENCONTRAR”. TAMBIÉN PENSABA QUE LOS PERROS NOS PODÍAN HALLAR. POR ESO HICE HARTO PIPÍ PARA QUE PUDIERAN LLEGAR SIGUIENDO EL OLOR.
SENTÍA A LO BOMBEROS QUE PASABAN POR ARRIBA. LES GRITABA Y NO ME ESCUCHABAN. PASADO ESE LAPSO LE DIJE A MI HIJO QUE ESTUVIERA TRANQUILITO Y QUE CUANDO VOLVIESEN A PASAR GRITARA JUNTO CONMIGO FUERTE, BIEN FUERTE, PARA QUE NOS OYERAN Y NOS SACARAN DE AHÍ. EL ME ENTENDIÓ, Y CUANDO PASARON DE NUEVO, GRITAMOS ¡AUXILIO!, ¡AUXILIO!.
DESPUÉS DE ESO ESCUCHÉ A UNO DE ELLOS DECIR, “PERO CÓMO, SI HEMOS PASADO VARIAS VECES”, Y OTRO LE DIJO “¡ HAY ALGUIEN AQUÍ !”.
… AHORA, DESPUÉS DE UN MES DE LA TRAGEDIA Y ESTANDO FRENTE AL EDIFICIO DERRUMBADO, LO MIRO Y PIENSO CÓMO FUE QUE ME SACARON. LO VEO Y NO SÉ DONDE QUEDÉ ENTERRADA O COMO FUE QUE LOGRARON ESCUCHARME … NO ME CABE EN LA CABEZA. ES UN RENACER, NO SÉ COMO EXPLICARLO, ES ALGO MARAVILLOSO. FUE COMO SI DIOS NOS HUBIESE DADO OTRA OPORTUNIDAD”.
SILVIA BORCHERS, 14 HORAS ATRAPADA JUNTO A SU HIJO MAXIMILIANO DE 3 AÑOS.
SOBREVIVIERON AL DESPLOME DEL EDIFICIO ALTO RÍO.
Relato Nicolás González V.
ResponderEliminarSABADO 27 DE FEBRERO DE 2010, 3:34 am.
“Siento un remezón, es mi hermano gritándome y despertándome para correr. El ruido es tremendo, un verdadero tren por encima de la casa, mis transformers caían en una lluvia de colores al lado mío, corrí como jamás lo hago cuando tiembla, mi hermano estaba fuera de la reja de la casa mi mama se aferro a esta y yo la cubrí; ella gritaba desesperada por mi papa y sus papas, yo calmadamente le decía "mama estarán bien, estarán bien, ya terminara"...pero no terminaba, aumentaba cada vez más, el ruido era ensordecedor, se escuchaba gente gritar y vidrios romperse, el caos estaba desatado.
Cuando terminó el terremoto, la luz de la luna era lo único q nos permitía ver, luego sin éxito llame a mi papa, mujer y abuelos.
No sabíamos q pasaba...era una pesadilla horrible...con el celular alumbraba como linterna...llame a mi mujer y no respondió.
En ese minuto todo parecía una ciudad de terror, sin luz, confusión, temblores y muerte.
La polvadera en la parte antigua de la ciudad es enorme, no hay casa intacta, las siguientes horas fueron eternas”
Al ver la realidad de otras ciudades, me quedo helado pensando q yo iba a estar ahí ese día, y mis amigos estaban allá, ¿q mierda está pasando? …“
Felipe Saavedra
RELATO DE KARINA ABARCA:
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/internacional/Relato/naufrago/siglo/XXI/elpepuint/20100308elpepuint_9/Tes
Gabriel Arias
ResponderEliminarIMPACTANTE TESTIMONIO DE MAGALLÁNICA QUE VIVIÓ EL TERREMOTO EN EL AEROPUERTO ARTURO MERINO BENÍTEZ
Fue tremendo lo del aeropuerto de Santiago. En un momento pensamos que nos moriamos.
Se caía todo del techo y como no se veía por la oscuridad y el polvo, no se sabía lo que era.
El cielo raso falso se desplomó por completo, lo que provocó que las pantallas gigantes, los focos y todos los avisos se cayeran, el ruido era atroz.
Nosotros teníamos salida del avión a las 3 de la mañana, pero postergaron la salida para las 4, lo que, claro, nunca sucedió.
Yo estaba mirando por el ventanal como subían la carga al avión y mi mamá (86 años de edad) estaba recostada en los asientos, como cambiaron la hora del vuelo, también cambiaron la puerta de embarque.
Nosotras con un matrimonio de Punta Arenas y el señor Bruno nos quedamos en la original.
Cuando terminó de temblar, don Bruno se acercó a cada uno de los que estábamos ahí para preguntarnos cómo nos sentíamos, y nos dijo que teníamos que salir pronto porque había peligro de derrumbe. Él, es jefe de máquinas del Australis, por eso se notaba su seguridad en el actuar, seguramente debe tener cursos de salvataje. Por este intermedio mi público reconocimiento a su actitud de preocupación por el prójimo.
Primero nos fuimos por un lado y ya había un hoyo y no pudimos pasar. Nos fuimos a la sala donde teníamos que haber estado y estaba todo en el piso, lleno de vidrios, estructuras metálicas que sostenían los paneles falsos y un cuanto hay.
Él nos fue abriendo paso y logramos bajar. Por las escalinatas corría agua y vino, porque en el duty free tenían unas cavas de vino. Abajo esperaban los del aeropuerto con linternas y nos orientaron por donde salir.
Parece que luces de emergencia sólo había en ciertos sectores, a todos nos ha pasado que hay momentos que no recordamos, por ejemplo todo el trayecto que hicimos para salir, iba muy preocupada de mi madre, a ella se le perdieron los lentes.
Cuando nos damos vuelta para ver el edificio se cae la pasarela peatonal de la puerta por donde salimos.
Nos llevaron a un lugar más seguro de estacionamiento de autos y comenzaron a dar diferentes comunicados. El primero: no hay muertos; una persona grave y las demás heridas, por lo general en la cabeza, atendieron a todos. El segundo comunicado fue que el terminal está destrozado. No se preocupen de las maletas y salven sus vidas.
Luego nos colocaron unos buses, pero no nos quisimos ir porque todavía estaba oscuro y sabíamos que no había medios de transporte en Santiago.
María Inés Barticevic Sapunar
Gabriel Arias
ResponderEliminarIMPACTANTE TESTIMONIO DE MAGALLÁNICA QUE VIVIÓ EL TERREMOTO EN EL AEROPUERTO ARTURO MERINO BENÍTEZ
Fue tremendo lo del aeropuerto de Santiago. En un momento pensamos que nos moriamos.
Se caía todo del techo y como no se veía por la oscuridad y el polvo, no se sabía lo que era.
El cielo raso falso se desplomó por completo, lo que provocó que las pantallas gigantes, los focos y todos los avisos se cayeran, el ruido era atroz.
Nosotros teníamos salida del avión a las 3 de la mañana, pero postergaron la salida para las 4, lo que, claro, nunca sucedió.
Yo estaba mirando por el ventanal como subían la carga al avión y mi mamá (86 años de edad) estaba recostada en los asientos, como cambiaron la hora del vuelo, también cambiaron la puerta de embarque.
Nosotras con un matrimonio de Punta Arenas y el señor Bruno nos quedamos en la original.
Cuando terminó de temblar, don Bruno se acercó a cada uno de los que estábamos ahí para preguntarnos cómo nos sentíamos, y nos dijo que teníamos que salir pronto porque había peligro de derrumbe. Él, es jefe de máquinas del Australis, por eso se notaba su seguridad en el actuar, seguramente debe tener cursos de salvataje. Por este intermedio mi público reconocimiento a su actitud de preocupación por el prójimo.
Primero nos fuimos por un lado y ya había un hoyo y no pudimos pasar. Nos fuimos a la sala donde teníamos que haber estado y estaba todo en el piso, lleno de vidrios, estructuras metálicas que sostenían los paneles falsos y un cuanto hay.
Él nos fue abriendo paso y logramos bajar. Por las escalinatas corría agua y vino, porque en el duty free tenían unas cavas de vino. Abajo esperaban los del aeropuerto con linternas y nos orientaron por donde salir.
Parece que luces de emergencia sólo había en ciertos sectores, a todos nos ha pasado que hay momentos que no recordamos, por ejemplo todo el trayecto que hicimos para salir, iba muy preocupada de mi madre, a ella se le perdieron los lentes.
Cuando nos damos vuelta para ver el edificio se cae la pasarela peatonal de la puerta por donde salimos.
Nos llevaron a un lugar más seguro de estacionamiento de autos y comenzaron a dar diferentes comunicados. El primero: no hay muertos; una persona grave y las demás heridas, por lo general en la cabeza, atendieron a todos. El segundo comunicado fue que el terminal está destrozado. No se preocupen de las maletas y salven sus vidas.
Luego nos colocaron unos buses, pero no nos quisimos ir porque todavía estaba oscuro y sabíamos que no había medios de transporte en Santiago.
María Inés Barticevic Sapunar
Gabriel Arias
ResponderEliminarIMPACTANTE TESTIMONIO DE MAGALLÁNICA QUE VIVIÓ EL TERREMOTO EN EL AEROPUERTO ARTURO MERINO BENÍTEZ
Fue tremendo lo del aeropuerto de Santiago. En un momento pensamos que nos moriamos.
Se caía todo del techo y como no se veía por la oscuridad y el polvo, no se sabía lo que era.
El cielo raso falso se desplomó por completo, lo que provocó que las pantallas gigantes, los focos y todos los avisos se cayeran, el ruido era atroz.
Nosotros teníamos salida del avión a las 3 de la mañana, pero postergaron la salida para las 4, lo que, claro, nunca sucedió.
Yo estaba mirando por el ventanal como subían la carga al avión y mi mamá (86 años de edad) estaba recostada en los asientos, como cambiaron la hora del vuelo, también cambiaron la puerta de embarque.
Nosotras con un matrimonio de Punta Arenas y el señor Bruno nos quedamos en la original.
Cuando terminó de temblar, don Bruno se acercó a cada uno de los que estábamos ahí para preguntarnos cómo nos sentíamos, y nos dijo que teníamos que salir pronto porque había peligro de derrumbe. Él, es jefe de máquinas del Australis, por eso se notaba su seguridad en el actuar, seguramente debe tener cursos de salvataje. Por este intermedio mi público reconocimiento a su actitud de preocupación por el prójimo.
Primero nos fuimos por un lado y ya había un hoyo y no pudimos pasar. Nos fuimos a la sala donde teníamos que haber estado y estaba todo en el piso, lleno de vidrios, estructuras metálicas que sostenían los paneles falsos y un cuanto hay.
Él nos fue abriendo paso y logramos bajar. Por las escalinatas corría agua y vino, porque en el duty free tenían unas cavas de vino. Abajo esperaban los del aeropuerto con linternas y nos orientaron por donde salir.
Parece que luces de emergencia sólo había en ciertos sectores, a todos nos ha pasado que hay momentos que no recordamos, por ejemplo todo el trayecto que hicimos para salir, iba muy preocupada de mi madre, a ella se le perdieron los lentes.
Cuando nos damos vuelta para ver el edificio se cae la pasarela peatonal de la puerta por donde salimos.
Nos llevaron a un lugar más seguro de estacionamiento de autos y comenzaron a dar diferentes comunicados. El primero: no hay muertos; una persona grave y las demás heridas, por lo general en la cabeza, atendieron a todos. El segundo comunicado fue que el terminal está destrozado. No se preocupen de las maletas y salven sus vidas.
Luego nos colocaron unos buses, pero no nos quisimos ir porque todavía estaba oscuro y sabíamos que no había medios de transporte en Santiago.
María Inés Barticevic Sapunar
Diego Montoya
ResponderEliminarMaria Antonieta Neira Castro 57años Constitución
Ultimas Noticias miércoles 10 de marzo
"Yo estaba sola en mi casa la madrugada del 27 de febrero, mi marido había viajado a santiago y tuve que enfrentarme con lo puesto al devastador maremoto. Al principio, sólo atiné a refugiarme debajo de una mesa, el piso, el techo y las paredes se movían y yo me quedé petrificada.
Cuando todo se detuvo, el peligro seguía latente, y en ese entonces no lo sabía. Mi casa pertenecía a la Villa Celco, sólo a un par de cuadras más arriba de la posa en Constitución, es decir, estaba en el camino que seguiría el agua.
Si no es por mi vecino que me vio por la ventana y me dijo que arrancara, yo hubiese seguido debajo de la mesa.
Salí de mi casa y corrí por calle Blanco pero la casa de la esquina se había derrumbado por entera y los escombros bloqueaban el paso, seguí corriendo y a las pocas cuadras reventó la primera ola. No fue muy fuerte y pensé regresar. Volví la vista hacia el mar, y la luz de la luna me mostró que en el mar se formaba una ola mucho más grande que la primera, era algo aterrador, no se como describir ese ruido. Seguí corriendo, y cuando ya no pude más, me agarré de la rama de un árbol. Así debía resistir. Pero con agua por todos lados, comencé a sentir olor a gas. La ola no sólo se llevó todo a su paso, también esparció fuertes emanaciones tóxicas y me empecé a sentir mal. Me costaba respirar, estaba por soltarme de la rama.
Cuando estaba en el árbol le suplicaba a Dios otra oportunidad para estar con mi familia. El agua me llegaba al pecho y escuché que había movimiento a mi alrededor. Era un joven que nadaba y me sostuvo aferrada al árbol, cuando todo pasó arranqué a los cerros. Anduve como 3 días vagando, estaba perdida. Volví cuando me encontró una conocida".
chicos y chicas...recuerden que quedamos en que este viernes va a ser nuestro tan ansiado asado de taller, nos juntaremos a las 10.00 en la casa del profe, direccion por confirmar
ResponderEliminarsaludos
diego (el 10 jajaja)
Marcelo
ResponderEliminarRicardo Aguirre (34) vive y trabaja desde hace casi 10 años en la ciudad de Concepción, capital de la región del Bíobío, de más de 200 mil habitantes. Este es su testimonio.
“De un momento a otro me despertó un ruido que venía de muy abajo, como del fondo de la tierra, y de la nada todo empezó a dar vueltas y a temblar y temblar. Salté de la cama junto a mi mujer y corrimos al cuarto de mi hija de 7 años. La encontramos llorando y abrazada a su almohada. Salimos lo más rápido que pudimos a la calle, cayéndonos, porque tampoco se podía caminar ni correr ya que la tierra se movía de arriba abajo”.
“Afuera se escuchaban gritos y llantos de niños, jóvenes, mujeres y adultos, pero muy bajo, porque lo que más se oía era el sonido de la tierra. Sonaba como cuando uno parte una galleta pero un millón de veces más fuerte. En eso se vio una luz en el cielo, como un relámpago, y todo quedó a oscuras. Fue una experiencia verdaderamente atroz. Parecía de verdad el fin del mundo. Algunos rezaban, pedían perdón a Dios. Por un momento pensé de verdad que podía ser el fin del mundo”.
“Cuando la tierra dejó de moverse y sonar, recién se escucharon con fuerza los gritos y los llantos de las personas. Yo sentía que las piernas me temblaban. Mi hijita seguía llorando. Mi mujer también. No me había dado cuenta, pero yo también estaba llorando. Los tres nos abrazábamos con fuerza”.
“Cuando amaneció vi que nuestra casa estaba destruida. Mi casa, que era de dos pisos, estaba casi de cabeza. Era como si un gigante hubiera venido y la hubiera volteado por jugar. Mi carro había salido despedido hasta la calle de enfrente, 50 metros más allá. Todas las casas estaban en el piso y los carros de cabeza. Los edificios estaban de costado, a punto de caerse. El puente que daba a la carretera estaba destruido. Los postes de luz en el piso. Las veredas y las pistas levantadas. Parecía una pesadilla. O una película de ciencia ficción”.
“Las primeras caras que vi fueron de miedo, de pavor, pero luego solamente vi caras de sorpresa. Nadie podía creer lo que había pasado. Algunos ni siquiera lloraban, solo miraban sus propiedades en estado de shock, con la boca abierta. Otros buscaban a sus familiares entre los escombros, los llamaban a gritos. Nadie sabía qué hacer”.
Relato de Felipe Donoso
ResponderEliminarCuando su apartamento ubicado en el piso 13 comenzó a temblar, Alberto Rozas sujetó a su hija de 7 años en la puerta del baño y esperó a que terminara. En cambio, cayeron. Trece pisos se precipitaron mientras el edificio de apartamentos en el que residían se vino abajo como un árbol, y ellos se abrazaron durante la caída. Rozas no sabía hacia dónde era arriba, o el abajo. “Todo parecía distorcionado”, hasta que vió a través de la destartalada ventana del apartamento y había luz, la luz de la luna llena. Él y su hija Fernanda, treparon y salieron de los escombros con apenas cortaduras, raspones y moretones.
“El terremoto y la caída fué todo una sola cosa: horrible”, relató hoy Rozas. “Yo la abrazaba y ella nunca me dejó”. “Había polvo, ruido, todo cayendo”, dijo. “Nos metimos en el marco del baño. Después vino la caída. Finalmente terminó de caer”.
Alberto Rozas
Sobreviviente edificio Alto Río, Concepción.